Javier Fueyo es un escritor muy particular. Su trabajo se pasea desde lo exacto y pragmático de las matemáticas o la geometría hasta el romanticismo y espiritualismo de la poesía. Con la definición de que “el arte es el alimento para el alma”, el autor chileno de 52 años ha completado ya 5 obras poéticas.
El poemario de este joven creador está formado por los títulos Versos adolescentes para niños tardíos y Arias y estrofas estrafalarias. También figuran las obras Canciones míticas con las que instruir a mis noches, Piropos en redondillas y Los avatares de mi proyecto Endimión.
Javier Fueyo y las obras de su poemario
Su primer poemario es Versos adolescentes para niños tardíos, donde el autor develó sus intenciones como escritor. El estudio Esquizofrenia y poesía. El acto poético como reversa del estigma de la Universidad de Chile así lo manifiesta. Javier Fueyo busca desprenderse del “automatismo del idioma” promovido por los discursos cotidianos periodísticos e incluso pedagógicos.
En Arias y estrofas estrafalarias, este autor nacido en la localidad de Concepción (Chile) enarbola la bandera de la libertad creativa. Se desprende de sus influencias literarias para exhibir un texto poderoso estructurado en 4 partes. Cada una de las secciones de este segundo poemario tiene vida propia y persigue intenciones específicas.
Con Canciones míticas con las que instruir a mis noches, Fueyo explora una libertad a otro nivel: la que lo aleja de las rimas forzadas. Parece sumergirse en la melancolía para expresar desde lo profundo de su alma, esa que busca alimentar con poesía, su estado anímico. Estas señales se mantienen en sus otros dos poemarios: Piropos en redondillas y Los avatares de mi proyecto Endimión.
Sus experiencias y pasiones han marcado su obra
Desde que nació, el universo de Javier Fueyo se movió muy rápido y de manera intensa. A los 5 años salió de su Chile natal para exiliarse, junto a su madre, en La Habana, Cuba. Allí vivió su niñez, adolescencia y primera juventud hasta el año 1992, cuando decide retornar al país sureño. Su padre fue miembro del comité central del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). Y actualmente está en calidad de preso desaparecido, víctima de la Operación Cóndor, perpetrada por el gobierno militar.
Paradójicamente, la formación universitaria de este hijo de dirigente estudiantil siempre estuvo lejos de las artes. Las Matemáticas en la Universidad de La Habana y Ciencias en la Universidad de Chile lo demuestran. Sin embargo, el contenido de sus poemarios refleja esa inquietud por lo exacto, manipulando la palabra para generar un efecto de “extrañamiento” en el lector. El resultado es una obra original, de inspiración inédita y totalmente contemporánea.
La perspectiva de los 4 elementos
Javier Fueyo confiesa que se dedica a cultivar la cultura desde la perspectiva de los 4 elementos: fuego, agua, aire y tierra. A los dos primeros los califica de antagónicos. Al aire lo contempla como un conectivo y a la tierra como el elemento aglutinador, es decir, la mezcla de los tres anteriores. Este enfoque le permite teorizar que cada entidad es un todo con 4 partes y es a su vez la cuarta parte de un todo mayor aún que lo contiene. O sea, es un fractal donde el todo es igual a sus partes, y procura reflejar eso en sus obras. Por ejemplo, está la cuaterna temporal: antes (fuego), después (agua), ahora (aire) y siempre (tierra). Dicho más cultamente, existe pasado (fuego), futuro (agua), presente (aire) y eternidad (tierra).
